Buenos días Cristina.
En todo esto hay una cosa que está clara: los colchones o las almohadas son como la ropa interior o los bañadores. Un colchón no solo es descanso, es higiene. Por lo que me parece una auténtica cochinada el que yo pueda probar un colchón y después devolverlo sin problemas, y por diferentes cuestiones:
1.- Quién me asegura que el colchón que me traen a casa no ha sido usado ya por otras personas?
2.- El colchón que me han traido de prueba es un colchón para testar y luego me traen otro totalmente nuevo o el que me traen es el que me debería quedar?
3.- Qué hacen con un colchón que ha sido probado y rechazado por otras personas, lo destruyen, lo higienizan y lo vuelven a poner en el canal de venta?
4.- El colchón que finalmente se quedaría en el dormitorio es un colchón nuevo y cobrado como tal o es un colchón usado, testado y probado y yo lo estoy pagando como nuevo o como producto usado?
5.- En el precio que me van a cobrar ya está incluida la prima de seguro que han de pagar para hacer estos chanchullos?,porque sin ese seguro que se coma un colchón desechado no le veo ninguna viabilidad a una estrategia de venta tan cuestionable, casi repugnante desde el punto de vista escrupuloso.
Como dentro de poco responderá LoMonaco espero que sepan responderte a ti, y a todos, sobre estas cuestiones para mi importantísimas.
Desde luego nosotros no vamos prestando colchones por ahí, por cuestiones higiénicas básicamente.
Un saludo, Jesús.
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