La ventilación es fundamental durante el verano, ya que permite que tu colchón respire y evita la acumulación de humedad. Es recomendable abrir las ventanas de la habitación durante el día para favorecer la circulación del aire. Además, si es factible, levanta el colchón y déjalo en posición vertical durante algunas horas. Además, es importante utilizar ropa de cama de buena calidad y protección transpirable, preferiblemente fabricada con tejidos naturales y no sintéticos.